viernes, 28 de junio de 2013

"Robert Capa & Gerda Taro"








LOS CAZADORES deMENTES




Robert Capa                                   Gerda Taro
         EEUU, 1913-1954                                                                                                 Alemania, 1910-1937


Autorretrato.
Foto: bajada de la red.



















"Pido la paz
...y la palabra."




Foto: Fred Stein.


Dormir, para olvidar
España.

Morir, para perder
España.

Vivir, para labrar
España.

Luchar, para ganar
España.


















Vuestro odio me inyecta nueva vida.
Vuestro miedo afianza mi sendero.
Vida de muchos puesta en el tablero
de la paz, combatida, defendida.

(Ira y miedo apostaron la partida,
quedándose los dos con el dinero.
Qué hacer, hombre de dios, si hay un ratero
que confunde la Bolsa con la vida.)

Vuestro odio me ayuda a rebelarme.
A ver más claro y a pisar más firme.
(Mientras viva, habrá noche y habrá día.)

Podrán herirme, pero no dañarme.
Podrán matarme, pero no morirme.
Mientras viva la inmensa mayoría.




R.C. fotografiado por G.T.



G.T. fotografiada por R.C.






Mis ojos hablarían si mis labios
enmudecieran. Ciego quedaría,
y mi mano derecha seguiría
hablando, hablando, hablando.

Debo decir <<He visto>>. Y me lo callo
apretando los ojos. Juraría
que no, que no lo he visto. Y mentiría
hablando, hablando, hablando.

Pero debo callar y callar tanto,
hay tanto que decir, que cerraría



los ojos, y estaría todo el día
hablando, hablando, hablando.

Dios me libre de ver lo que está claro.
Ah, qué tristeza. Me cercenaría
las manos. Y mi sangre seguiría
hablando, hablando, hablando.










Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.

Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.

Si abrí los ojos para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.



G.T.










¿Adónde irá la luz cuando decimos
cierra los ojos, duerme, sueña, muere?


¿Adónde irá el amor cuando hace frio

y el alma es hielo y el recuerdo, nieve?


¿Adónde van las olas que veíamos

venir, subir, romper, desvanecerse?


No seas ola, amor, luz, libro mío.

Arde, ama, asciende siempre, siempre, siempre.





































Pregúntale al espejo por qué dice
tu corazón que se muere.
Yo le respondo por los dos, le digo
que se espere, que se espere.

Pregúntale a la vida por qué insiste
en terminar malamente.
Yo le devuelvo la moneda, insisto
hasta el final, a contra muerte.

Pregúntale al espejo. No te mires
en el río que no vuelve,
¿no ves que el mar no sabe qué decirte?

Yo le respondo por los dos, le digo
que se aleje, que se aleje,
que estoy plantando un árbol junto al rio.




(G.T. + el 26 de Julio de 1937 atropellada por un tanque republicano en El Escorial, Madrid.)






R.C.






Con la sangre hasta la cintura, algunas veces
con la sangre hasta el borde de la boca,
voy
avanzando
lentamente, con la sangre hasta el borde de los labios
algunas veces,
voy
avanzando sobre este viejo suelo, sobre
la tierra hundida en sangre, voy
avanzando lentamente, hundiendo los brazos
en sangre,
algunas
veces tragando sangre, voy sobre Europa
como en la proa de un barco desmantelado
que hace sangre,
voy
mirando, algunas veces,
al cielo
bajo,
que refleja
la luz de la sangre roja derramada,
avanzo
muy
penosamente, hundidos los brazos en espesa
sangre,
es
como una esperma roja represada,
mis pies
pisan sangre de hombres vivos
muertos,
cortados de repente, heridos súbitos,
niños
con el pequeño corazón volcado, voy
sumido
en sangre
salida,
algunas veces
sube hasta los ojos y no me deja ver,
no
veo más que sangre,
siempre
sangre,
sobre Europa no hay más que 
sangre.

Traigo una rosa en sangre entre las manos
ensangrentadas. Porque es que no hay más
que sangre,

y una horrorosa sed
dando gritos en medio de la sangre.





(R.C. + el 25 de Mayo al pisar una mina, en Vietnam.)








Última foto de R.C.






Gracias doy a la vida por haberme nacido.
Gracias doy a la vida porque vi los árboles, y los ríos, y el mar.
Gracias en la bonanza y en la procela.
Gracias por el camino y por la verdad.
Gracias por la contradicción y por la lucha.
Gracias por el aire y por cárcel.
Gracias por el asombro y por la obra.
Gracias por morir; gracias por perdurar.










ARTEsana
Blas de Otero.
Bilbao, 1919-1979.
Fotografía: "Fundación Blas de Otero".









Fotografías de Robert Capa y Gerda Taro.
Título y textos extraídos de "Antología poética" de Blas de Otero.










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