martes, 30 de julio de 2013

"August Sander"





LOS CAZADORES deMENTES






August Sander
Alemania, 1876-1964



Autorretrato, 1925.








"Ver, observar, pensar".













Todo se precipita hacia el fin y el mundo entero se encuentra colocado bajo su signo. Por lo menos para nosotros, alemanes, cuya historia milenaria, contradictoriamente, llevada al absurdo, denunciada como una locura y un funesto error, desemboca en la nada, en la desesperación, en una bancarrota sin ejemplo, en una aterradora marcha infernal. 
Si es cierto, como pretende un adagio alemán, que buenos son, de cabo a cabo, los caminos que llevan a un buen fin, cierto será también que el camino que nos llevó a esta perdición era un camino pecaminoso todo él, en sus rectas como en sus curvas. Muy amargo resulta tener que inclinarse ante esta lógica. Pero el inevitable reconocimiento de la perdición no significa una negación del amor.
Yo, por ejemplo, no soy más que un alemán sencillo, consagrado al estudio, y he vivido enamorado de muchas cosas alemanas. Más aún: mi vida sin importancia, pero capaz de dejarse inspirar por la admiración y la abnegación, ha sido consagrada al sentimiento del amor, con frecuencia atemorizado y siempre alarmado, pero eternamente fiel, que me inspiró un alemán, importante como hombre y como artista. Su misteriosa inclinación al pecado, el fin espantoso de su vida, nada pueden contra un amor que quizá no sea otra cosa que una manifestación de la gracia.






























...mientras espero que se cumpla lo inevitable y sin valor para lanzar la mirada más allá, trato de evitar el espectáculo de Munich, de sus ruinas, de sus fachadas fastasmagóricas, a través de cuyas puertas y ventanas sólo se descubren montones de escombros, de sus estatuas mutiladas.
Mi corazón siente lástima y piedad por las necias ilusiones de mis hijos, capaces de creer lo que la masa del pueblo alemán creyó, de compartir sus entusiasmos, sus sacrificios y sus luchas, y que ahora empiezan, como sus millones y millones de iguales, a sentir, con lo ojos fijos en el vacío, los primeros síntomas de una desilusión que forzosamente habrá de acabar en el desconcierto y la desesperanza más absolutos.
Ni tuve fe en su fe, ni compartí sus goces. Sus sufrimientos morales no les acercarán a mí. Me harán, al contrario, responsable de lo que les ocurre. Como si el haber compartido yo sus sueños desatentados hubiese podido cambiar el curso de las cosas. Dios les asista.










Fotografías y cita de August Sander.
Texto extraído de "Doktor Faustus" de Thomas Mann.





sábado, 27 de julio de 2013

"Encuentros de cerca"





desCONCIERTO EN Mi memoria









"Encuentros de cerca"





     Natalia.





Hay gente que no se encuentra con nadie en la vida, sin embargo el poder de una buena historia surge siempre con un encuentro. Éste favorece que sucedan cosas y te sitúen siempre en mitad de una historia. 
También cuando miras a través de un visor acontece un hallazgo, uno que incita a imaginar.

"Encuentros de cerca" es un cúmulo de historias de encuentros. Encuentros con gentes asomada a esa ventana que es la fotografía. Ventana que es la mirada, mirada que así rápidamente deviene en la de otro. 
De esta manera nacen estos retratos que son como huellas, obtenidos cuerpo a cuerpo, de gente de cerca, y más allá de lo hermoso y de lo feo. Gente despojada de la superficialidad de la ropa -que es tan sólo un fenómeno de época-, gente más allá del bien y del mal, con la verdad cruda asomada a la manifiesta mirada de la cámara, y de esta manera abocada a un aspecto que niega referencias concretas, descripciones matizadas o situaciones individuales, caídas en una apariencia que únicamente desvela la fotografía.

En ocasiones, antes de hacer un retrato, me pregunto a quién pertenecen las imágenes. ¿Hay alguien dueño de su propia semblanza?. Sin duda las fotografías son de quien las mira, aunque lo peligroso de los retratos es que luego siempre dicen algo que el interesado no estaba dispuesto a escuchar -inevitablemente siempre sugieren quiénes somos y quiénes no-. 
Cuando se arrancan las caretas, los retratos no se limitan a describir, y el fenómeno mas enigmático lo constituye el que podamos seguir reconociendo los rostros, pues cualquiera de ellos despierta la quimera del doble. 
En la representación se teje un alquímico laberinto de identificaciones, de adueñamiento de la propia imagen que se busca en la mirada del otro. Es una dual intimidad violentada.

"Encuentros de cerca" es una historia que aconteció en la vida de dos personas anónimas, una asomada y otra solapada. Pero no una que limita la mirada desde afuera, sino aquella en que autor y modelo se fundieron, y en la que ahora podemos meter los dedos. 
Gracias al poder nigromante de la fotografía se hace evidente.




Rafa.


Pilar.

Raúl I.
Raúl II.















Álvaro.

Celine.

Alejandro.
David.
Silvia I.

Silvia II.

Txema I.
Txema II.


Isabel.

Marta.

     Rubén.

Javi.
Luis.

Fernando I.
Manolo.

     Antonio.

Charo.

Carmen.

Nati.
Fernando II.
Fernando III.

Jorge.

Ana.

Anabel I.
Anabel II.


     Miguela.

Eva.

Javier.

Gerardo.

Isidro.

Pablo.

Toño.

Raúl I.
Raúl II.

Merche.
Santiago.


Jesús.

Luis.

Pablo.

Pablo.

Rafa.


Jesús Jr.




Fotografías y texto de enriqueponce, realizados a finales de 1990 y principios de 2000.