lunes, 24 de febrero de 2014

"Sebastiao Salgado"





LOS CAZADORES deMENTES



Sebastiao Salgado
Brasil, 1944



Fotografía bajada de la red.
















Fotografía: Javier Arcenillas.


Habrá un día en que todos
al levantar la vista
veremos una tierra 
que ponga libertad.

Hermano, aquí mi mano,
será tuya mi frente,
y tu gesto de siempre
caerá sin levantar
huracanes de miedo
ante la libertad.

Haremos el camino
en un mismo trazado,
uniendo nuestros hombros
para así levantar
a aquellos que cayeron
gritando libertad.

Habrá un día en que todos
al levantar la vista
veremos una tierra 
que ponga libertad.

Sonarán las campanas
desde los campanarios
y los campos desiertos
volverán a granar
unas espigas altas
dispuestas para el pan.

Para un pan que
en los siglos
nunca fue repartido
entre todos aquellos
que hicieron lo posible
por empujar la historia
hacia la libertad.

Habrá un día en que todos
al levantar la vista
veremos una tierra 
que ponga libertad.

También será posible
que esta hermosa mañana
ni tú, ni yo, ni el otro
la lleguemos a ver;
pero habrá que empujarla
para que pueda ser.

Que sea como un viento
que arranque los matojos
surgiendo la verdad,
y limpie los caminos
de siglos de destrozos
contra la libertad.

Habrá un día en que todos
al levantar la vista
veremos una tierra 
que ponga libertad.






Fotografía: Tom Stoddart.






Fotografías de Sebastiao Salgado (excepto las indicadas).
Letra de la canción "Canto a la libertad" de José Antonio Labordeta.




lunes, 17 de febrero de 2014

"Olivo cano"





UN bAZAR DE OBRAS





"Olivo cano"






Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?

No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.

Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.

Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento.

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién
amamantó los olivos?

Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador
que se enriqueció en la herida
generosa del sudor.

No la del terrateniente
que os sepultó en la pobreza,
que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza.

Árboles que vuestro afán
consagró al centro del día
eran principio de un pan
que sólo el otro comía.

¡Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna, 
pesan sobre vuestros huesos!

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
pregunta mi alma: ¿de quién,
de quién son estos olivos'

Jaén, levántate brava
sobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclava
con todos tus olivares.

Dentro de la claridad
del aceite y sus aromas,
indica tu libertad
la libertad de tus lomas.






























Sobre las raíces, 2013.



Fotografías de enriqueponce.
Versos y título de Miguel Hernández.



ARTEsana

Imagen bajada de la red.

Miguel Hernández
Orihuela, Alicante. 1910-1942


"Tengo estos huesos hechos a las penas
y a las cavilaciones estas sienes:
pena que vas, cavilación que vienes
como el mar de la playa a las arenas."






lunes, 10 de febrero de 2014

"Tiempo sobre tiempo"






UN bAZAR DE OBRAS
palabros





tan sólo me falta que pudiésemos parar el tiempo
- me dijo
.





tiempo sobre tiempo.


tiempo después de tiempo.

tiempo
, después tiempo.
ahora
, siempre ahora.













"Un mar de tierra", 2013.


Fotografías, cita y texto, extraídos de "Palabros" de 1999, de enriqueponce.


miércoles, 5 de febrero de 2014

"Un ángel"






palabros




¡
cuidado
viene un ángel
                   !

. silencio.

. ya pasó.






Bajo un cielo, 2013.


Fotografía y texto, extraído de "Palabros" de 1999, de enriqueponce.



sábado, 1 de febrero de 2014

"Rafael Navarro"






LOS CAZADORES deMENTES





Rafael Navarro
Zaragoza, 1940




Fotografía bajada de la red.












Apuntes del subsuelo





     Quieran o no escucharme, me propongo contarles, señores, por qué ni siquiera pude cambiarme en insecto. Les diré con toda solemnidad que intenté muchas veces cambiarme en insecto. Pero ni aun en eso tuve suerte. Les juro señores, que tener una conciencia sobradamente sensible es una enfermedad. Para la vida humana común y corriente basta y sobra con una conciencia ordinaria, o sea, con la mitad o la cuarta parte de la porción que le ha tocado al hombre culto...






     Señores, hablo en broma, por supuesto, y bien sé que lo hago mal, pero, con todo, no deben tomar a chirigota lo que digo. Puede que mis bromas vayan acompañadas de un rechinar de dientes. Señores, hay problemas que me traen de cabeza: hagan el favor de resolvérmelos. Por ejemplo, ustedes tratan de apartar al hombre de sus viejos hábitos y corregir su voluntad de acuerdo con las exigencias de la ciencia y el sentido común. ¿Pero cómo saben ustedes si el hombre no sólo puede, sino que debe, ser corregido así? ¿De dónde sacan que es de todo punto necesario corregir la voluntad humana? O, dicho de otro modo, ¿cómo saben que tal corrección redundará en beneficio de la humanidad? Y si vamos a decirlo todo, ¿por qué están plenamente convencidos de que no ir a contrapelo de sus intereses reales y normales, avalados por las conclusiones de la razón y la aritmética, es siempre ventajoso para el hombre, amén de ser también una ley para toda la humanidad?






     Ustedes creen en el Palacio de Cristal, eternamente indestructible, esto es, en algo ante lo que no pueden sacar la lengua en gesto de burla o hacer un corte de mangas a hurtadillas. Ahora bien, quizá yo tenga miedo a ese edificio porque es de cristal y eternamente indestructible, y porque no es posible sacar la lengua ante él.
     Pero óiganme: si en vez de palacio fuese un gallinero y empezase a llover, quizá podría meterme en él para no mojarme, pero nunca tomaría el gallinero por un palacio por el mero hecho de haberme protegido de la lluvia. Ustedes se ríen; más aún, dirán que en tal caso nada importa que sea gallinero o palacio. Sí, contesto yo, si el único fin de la vida fuera no mojarse.












www.rafaelnavarro.es





Fotografías de la serie "Dípticos" de Rafael Navarro.
Título y texto extraído de "Apuntes del subsuelo" de F.M. Dostoyevski.