lunes, 25 de julio de 2016

"Petros Koublis"






BLOg DE NOTAS




Petros Koublis
Atenas, Grecia. 1981


Fotografía de Claudia Ariotti.





















Sólo es hermoso el hermoso cuando alguien lo mira,
mas si también bueno es, lo será de por vida.









(a) Quisiera decir algo, mas el pudor me lo impide.

(b) Si tuviera deseos de bondad y belleza
      y no fuera algo malo lo que tu lengua agita,
      no tendrías pudor entre los ojos,
      y hablarías de ello limpiamente.










¡Habla, lira divina, y de cantar no dejes...!









...ahora mismo la Aurora de sandalias de oro...




www.petroskoublis.com






Fotografías de Petros Koublis.
Textos de Safo.




miércoles, 20 de julio de 2016

"Distintas clases de aire"






UN bAZAR DE OBRAS










"Distintas clases de aire"

















Fotografías de enriqueponcedosmildieciseis.







Título de Joseph Priestley.




miércoles, 13 de julio de 2016

"Manuel Jesús Pineda"






BLOg DE NOTAS




Manuel Jesús Pineda
Jerez de la Frontera, España.




Fotografía bajada de la red.




"La vida y los sueños son hojas de un mismo libro,
y leerlas en orden es vivir; hojearlas, soñar."







"Ausencias"




          Me quedé mirando esa sencillez. Pensé, con seguridad en voz alta: Esto es lo mismo de hace treinta años... Conjeturé esa fecha: época reciente en otros países, pero ya remota en este cambiadizo lado del mundo. Tal vez cantaba un pájaro y sentí por él un cariño chico, de tamaño de pájaro; pero lo más seguro es que en ese ya vertiginoso silencio no hubo más ruido que el también intemporal de los grillos. El fácil pensamiento Estoy en mil ochocientos y tantos dejó de ser unas cuanta aproximativas palabras y se profundizó a realidad. Me sentí muerto, me sentí percibidor abstracto del mundo; indefinido temor imbuido de ciencia que es la mejor claridad de la metafísica. No creí, no, haber remontado las presuntivas aguas del Tiempo; más bien me sospeché poseedor del sentido reticente o ausente de la inconcebible palabra eternidad. Sólo después alcancé a definir esa imaginación.
     Lo escribo, ahora, así: Esa pura representación de hechos homogéneos -noche en serenidad, parecita límpida, olor provinciano de la madreselva, barro fundamental- no es meramente idéntica a la que hubo en esa esquina hace tantos años; es, sin parecidos ni repeticiones, la misma. El tiempo, si podemos intuir esa identidad, es una delusión; la indiferencia e inseparabilidad de un momento de su aparente ayer y otro de su aparente hoy, basta para desintegrarlo.
     Es evidente que el número de tales momentos humanos no es infinito. Los elementales -los de sufrimiento físico y goce físico, los de acercamiento del sueño, los de la audición de una sola música, los de mucha intensidad o mucho desgano- son más impersonales aún. Derivo de antemano esta conclusión: la vida es demasiado pobre para no ser también inmortal. Pero ni siquiera tenemos la seguridad de nuestra pobreza, puesto que el tiempo fácilmente refutable en lo sensitivo, no lo es también en lo intelectual, de cuya esencia parece inseparable el concepto de sucesión. Quede pues en anécdota emocional la vislumbrada idea y en la confesa irresolución de esta hoja el momento verdadero de éxtasis y la insinuación posible de eternidad de que esa noche no me fue avara.


















www.manueljesuspineda.es







Fotografías, de la serie "Ausencias", de Manuel Jesús Pineda.
Cita de Schopenhauer y texto, extraídos de "Otras inquisiciones", de Jorge Luís Borges.



jueves, 7 de julio de 2016

"Antoine d'Agata"






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Antoine d'Agata
Marsella, Francia. 1961




Fotografía bajada de la red.


















          -La cosa fue que una vez me pregunté: si en mi lugar, por ejemplo, se hubiera encontrado Napoleón y para comenzar su carrera no hubiese tenido ni Tolón, ni Egipto, ni el paso a través del Mont-Blanc; si en vez de esas cosas monumentales y hermosas no hubiese tenido más que una viejuca ridícula, viuda de algún funcionario del registro, a la que hacía falta matar para sacarle el dinero del arca (para hacer carrera, ¿comprendes?), ¿se habría decidido a ello de no haber otra salida? ¿Habría tenido escrúpulos por considerar el acto poco monumental... y condenable? Bueno, pues te digo que sobre ese <<problema>> estuve meditando durante muchísimo tiempo, de modo que me sentí profundamente avergonzado cuando, al fin, adiviné, de sopetón, que no sólo no habría tenido escrúpulos, sino que ni siquiera se le habría ocurrido que el acto no era monumental... y ni siquiera habría llegado a comprender que pudiera haber motivos para tener escrúpulos. Y si ante él no hubiera habido más que ese camino, habría estrangulado a su víctima sin darle tiempo de decir <<¡ay!>>, sin vacilar un segundo... Bueno, yo también puse fin a mis vacilaciones... y maté..., siguiendo el ejemplo de tal autoridad...





















Fotografías de Antoine d'Agata.
Texto, extraído de "Crimen y castigo", de Fiódor Dostoyevski.