viernes, 20 de septiembre de 2013

"Havard Storvestre"





BLOg DE NOTAS



Havard Storvestre
Oslo, Noruega.



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"Comprendo CÓMO: no comprendo POR QUÉ."













...fiel a los principios del doblepensar, el Partido enseñaba que los proles eran inferiores por naturaleza y debían ser mantenidos bien sujetos, como animales, mediante la aplicación de unas cuantas reglas muy sencillas. En realidad, se sabía muy poco de los proles. Y no era necesario saber mucho de ellos. Mientras continuaran trabajando y teniendo hijos, sus demás actividades carecían de importancia. Dejándoles en libertad como ganado suelto en la pampa de la Argentina, tenían un estilo de vida que parecía serles natural. Se regían por normas ancestrales. Nacían, crecían en el arroyo, empezaban a trabajar a los doce años, pasaban por un breve periodo de belleza y deseo sexual, se casaban a los veinte años, empezaban a envejecer a los treinta y se morían casi todos ellos hacia los sesenta años. El duro trabajo físico, el cuidado del hogar y de los hijos, las mezquinas peleas entre vecinos, el cine, el fútbol, la cerveza y sobre todo, el juego, llenaban su horizonte mental. No era difícil mantenerlos a raya. Unos cuantos agentes de la Policía del Pensamiento circulaban entre ellos, esparciendo rumores falsos y eliminando a lo pocos considerados capaces de convertirse en peligrosos; pero no se intentaba adoctrinarlos con la ideología del Partido. No era deseable que los proles tuvieran sentimientos políticos intensos. Todo lo que se les pedía era un patriotismo primitivo al que se recurría en caso de necesidad para que trabajaran horas extraordinarias o aceptaran raciones más pequeñas. E incluso cuando cundía entre ellos el descontento, como ocurría a veces, era un descontento que no servía para nada porque, por carecer de ideas generales, concentraban su instinto de rebeldía en quejas sobre minucias de la vida corriente. La mayoría de los proles ni siquiera era vigilada con telepantallas. La policía los molestaba muy poco. En Londres había mucha criminalidad, un mundo revuelto de ladrones, bandidos, prostitutas, traficantes en drogas y maleantes de toda clase; pero como sus actividades tenían lugar entre los mismos proles, daba igual que existieran o no. En todas las cuestiones de moral se les permitía a los proles que siguieran su código ancestral. No se les imponía el puritanismo sexual del Partido. No se castigaba su promiscuidad y se permitía el divorcio. Incluso el culto religioso se les habría permitido si los proles hubieran manifestado la menor inclinación a él. Como decía el Partido: <<los proles y los animales son libres>>.




















http://howarddography.tumbrl.com





Fotografías de Havard Storvestre.
Cita y texto extraídos de "1984" de George Orwell.





2 comentarios:

  1. Estupendo fotógrafo nos presentas, cierto desasosiego tienen sus fotos, intemporales, podrían ser de cualquier época.

    Gracias por compartirlo y por el consejo ;-)

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    1. creo que Havard captura muy bien los vaivenes de nuestras transitadas soledades urbanitas, y esa sensación casa perfectamente con el espíritu orweliano de extrañeza e incomodidad social. hacían buena pareja y me resultó inevitable esste pequeño homenaje a los dos.

      (x el consejo no t preocupes, siempre son fáciles de ofrecer...aunque más difíciles de seguir. ;-)

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