Jon DA (Cat and Dancers)
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POCO ME IMPORTA.
Poco me importa, ¿qué? No sé: poco me importa.
EL MISTERIO DE LAS COSAS, ¿DÓNDE ESTÁ?
¿Dónde está, que no aparece
para mostrarnos al menos que es misterio?
El río y el árbol, ¿saben algo de eso?
¿Sabré algo de eso yo que no soy más que ellos?
Siempre que miro las cosas y pienso en qué piensan los hombres de las cosas,
me río cual regato en su fresco sonar contra una piedra.
Porque el único sentido oculto de las cosas
es de no tener ningún sentido oculto.
Más extraño que todo lo que extraña,
que los sueños de todos los poetas,
que los pensamientos de todos los filósofos,
en que las cosas sean realmente lo que parecen ser
y no hay nada más que entender de ellas.
He aquí lo que mis sentidos por sí solos aprendieron:
las cosas no tienen significación, sino existencia.
Las cosas son el único sentido oculto de las cosas.
A VECES, EN DÍAS DE LUZ PERFECTA Y EXACTA,
cuando las cosas tienen toda la realidad que pueden tener,
me pregunto sin prisas
por qué tan siquiera atribuyo
belleza a las cosas.
Una flor, ¿tiene acaso belleza?
¿Es bello, acaso, un fruto?
No: tienen forma y color
y existencia tan sólo.
Belleza es el nombre de una cosa que no existe
y que doy a las cosas a cambio del agrado que me dan.
No significa nada.
Entonces, ¿por qué digo de las cosas que son bellas?
Sí, incluso hasta mí, que vivo solamente de vivir,
vienen invisibles a encontrarme las mentiras del hombre
ante las cosas,
ante las cosas que simplemente existen.
¡Qué difícil es ser uno mismo y no ver sino cuanto es visible!
UNA HILERA DE ÁRBOLES A LO LEJOS, ALLÁ EN LA LADERA.
Pero, ¿qué es una hilera de árboles? Árboles, solamente.
Hilera y el plural árboles no son cosas, son nombres.
¡Tristes de las almas humanas que todo lo ordenan
y trazan líneas entre cosa y cosa
y colocan letreros para nombrar árboles absolutamente reales
y dibujan paralelos de latitud y longitud
sobre la propia tierra inocente, más verde y florida que todo eso!
TODAS LAS OPINIONES QUE HAY SOBRE LA NATURALEZA
nunca han hecho crecer una hierba o nacer una flor.
Toda la sabiduría respecto de las cosas
nunca ha sido cosa que se pueda agarrar, como las cosas.
Si la ciencia quiere ser verdadera,
¿qué ciencia más verdadera que la de las cosas sin ciencia?
Cierro los ojos, y la tierra dura sobre la que me he echado
tiene tal real realidad que hasta la espalda lo siente.
No necesito el raciocinio, donde tengo espalda.
Fernando Pessoa.
Lisboa, Portugal. 1888-1935.
Fotografías de Jon DA.
Cita y textos extraídos de "Fernando Pessoa en palabras y en imágenes" de Fernando Pessoa.
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