domingo, 15 de abril de 2018

"Que mi nombre no se borre de la historia"






EL CAJÓN deSASTRE




"13 ROSAS"
(y una espina)




Madrid, 5 de Agosto de 1939

          Madre, hermanos, con todo cariño y entusiasmo os pido que no me lloréis nadie. Salgo sin llorar. Cuidar a mi madre. Me matan inocente, pero muero como debe morir una inocente.
          Madre, madrecita, me voy a reunir con mi hermana y con papá al otro mundo, pero ten presente que muero por persona honrada.
          Adiós, madre querida, adiós para siempre.
          Tu hija, que ya jamás te podrá besar ni abrazar.
          Julia Conesa

          Besos para todos, que ni tú ni mis compañeras lloréis.

          Que mi nombre no se borre de la historia.


Julia Conesa Conesa
19 años, modista

          Nacida en Oviedo. Vivía en Madrid con su madre y sus dos hermanas. Se afilió a las JSU por las instalaciones deportivas que presentaban a finales de 1937 donde se ocupó de la monitorización de estas. Pronto se empleó como cobradora de tranvías, ya que su familia necesitaba dinero, y dejó el contacto con las JSU. Fue detenida en mayo de 1939 siendo denunciada por un compañero de su "novio". La detuvieron cosiendo en su casa. Dijo antes de morir : "Que mi nombre no se borre en la historia".




Martina Barroso García
24 años, modista

          Al acabar la guerra empezó a participar en la organización de las JSU de Chamartín. Iba al abandonado frente de la Ciudad Universitaria a buscar armas y municiones (lo que estaba prohibido). Se conservan algunas de las cartas originales que escribió a su novio y a su familia desde la prisión.




Pilar Bueno Ibáñez
27 años, modista

          Al iniciarse la guerra se afilió al PCE y trabajó como voluntaria en las casas-cuna (donde se recogía a huérfanos y a hijos de milicianos que iban al frente). Fue nombrada secretaria de organización del radio Norte. Al acabar la guerra se encargó de la reorganización del PCE en ocho sectores de Madrid. Fue detenida el 16 de mayo de 1939.



Virtudes González García
18 años, modista

          Amiga de María del Carmen Cuesta (15 años, perteneciente a las JSU y superviviente de la prisión de Ventas). En 1936 se afilió a las JSU, donde conoció a Vicente Ollero que terminó siendo su novio. Fue detenida el 16 de mayo de 1939 denunciada por un compañero suyo bajo (se dice) tortura.




Joaquina López Laffite
23 años, secretaria

          En septiembre de 1936 se afilió a las JSU. Se le encomendó la secretaría femenina del Comité Provincial clandestino. Fue denunciada por Severino Rodríguez (número dos en las JSU). La detuvieron el 18 de abril de 1939 en su casa, junto a sus hermanos. La llevaron a un chalet. La acusaron de ser comunista, pero ignoraban el cargo que ostentaba. Joaquina reconoció su militancia durante la guerra, pero no la actual. No fue conducida a Ventas hasta el 3 de junio, a pesar de ser de las primeras detenidas.




Luisa Rodríguez de la Fuente
18 años, sastra

          Entró en las JSU en 1937 sin ocupar ningún cargo. Le propusieron crear un grupo, pero no había convencido aún a nadie más que a su primo cuando la detuvieron. Reconoció su militancia durante la guerra, pero no la actual. En abril la trasladaron a Ventas, siendo la primera de las Trece Rosas en entrar en la prisión.




Ana López Gallego
21 años, modista

          Nacida en La Carolina, Jaén. Militante de las JSU. Fue secretaria del radio de Chamartín durante la Guerra. Su novio, que también era comunista, le propuso irse a Francia, pero ella decidió quedarse con sus tres hermanos menores en Madrid. Fue detenida el 16 de mayo, pero no fue llevada a la cárcel de Ventas hasta el 6 de junio. Se cuenta que no murió en la primera descarga y que preguntó: «¿Es que a mí no me matan?».



Blanca Brisac Vázquez
29 años, pianista


          La mayor de las trece. Tenía un hijo. No tenía ninguna militancia política. Era católica y votante de derechas. Fue detenida por relacionarse con un músico perteneciente al Partido Comunista. Escribió una carta a su hijo la madrugada del 5 de agosto de 1939, que le fue entregada por su familia (todos de derechas) dieciséis años después. La carta aún se conserva.


Carmen Barrera Aguado
 20 años, modista

          Trabajaba desde los 12 años, tras la muerte de su padre, para ayudar a mantener a su familia, que contaba con 8 hermanos más, 4 menores que ella. Militante del PCE, tras la guerra, fue la responsable femenina del partido en Madrid. Fue detenida el 16 de mayo de 1939.


Adelina García Casillas
 19 años, activista

          Militante de las JSU. Hija de un guardia civil. Le mandaron una carta a su casa afirmando que solo querían hacerle un interrogatorio ordinario. Se presentó de manera voluntaria, pero no regresó a su casa. Ingresó en prisión el 18 de mayo de 1939.


Elena Gil Olaya
 20 años, activista

          Ingresó en las JSU en 1937. Al acabar la guerra comenzó a trabajar en el grupo de Chamartín.



Victoria Muñoz García
 18 años, activista

          Se afilió con 15 años a las JSU. Pertenecía al grupo de Chamartín. Era la hermana de Gregorio Muñoz, responsable militar del grupo del sector de Chamartín de la Rosa. Llegó a Ventas el 6 de junio de 1939.



Dionisia Manzanero Salas
20 años, modista

Se afilió al Partido Comunista en abril de 1938 después de que un obús matara a su hermana y a unos chicos que jugaban en un descampado. Al acabar la guerra fue el enlace entre los dirigentes comunistas en Madrid. Fue detenida el 16 de mayo de 1939.



Sin fecha, aunque por su contenido se deduce que está escrita en capilla,
horas antes de la ejecución, en la noche del 4 de Agosto de 1939

           Queridísimos padres y hermanos:
          Quiero en estos momentos tan angustiosos para mí poder mandaros las últimas letras para que durante toda la vida os acordéis de vuestra hija y hermana, a pesar de que pienso que no debiera hacerlo, pero las circunstancias de la vida lo exigen.
          Como habéis visto a través de mi juicio, el señor fiscal me conceptúa como un ser indigno de estar en la sociedad de Revolución Nacional Sindicalista.
          Pero no os apuréis, conservar la serenidad y firmeza hasta el último momento, que no os ahoguen las lágrimas, a mí no me tiembla la mano al escribir. Estoy serena y firma hasta el último momento.
          Pero tened en cuenta que no muero por criminal ni ladrona, sino por una idea.
          A Bautista le he escrito, si le veis algún día darle ánimos y decirle que puede estar orgulloso de mí, como anteriormente me dijo.
          A toda la familia igual, como no puedo despedirme de todos en varias cartas, lo hago a través de ésta. Que no se preocupen, que el apellido Manzanero brillará en la historia, pero no por el crimen.
          Nada más, no tener remordimiento y no perder la serenidad, que la vida es muy bonita y por todos los medios hay que conservarla.
          Madre, ánimo y no decaiga. Vosotros ayudar a que viva madre, padre y los hermanos. Padre, firmeza y tranquilidad.
          Dar un apretón de manos a toda la familia, fuertes abrazos como también a mis amigas, vecinos y conocidos.
          Mis cosas ya os las entregarán, conservar algunas de las que os dejo.
          Muchos besos y abrazos de vuestra hija y hermana que muere inocente. 
          Dioni






Fotografías bajadas de la red.
Biografías de Wikipedia.
Cartas, de Julia Conesa y Dionisia Manzanero, extraídas de "Trece rosas rojas" de Carlos Fonseca.




Carmen Castro Cardús
(Directora de la cárcel de mujeres de Ventas)

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